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Unasur y la actual amenaza regional

Fuentes: Rebelión

El pasado 28 de agosto tuvo lugar en Bariloche la reunión de los presidentes que integran la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR), preocupados por la presencia de tropas norteamericanas en Colombia, distribuidas en siete bases militares; una de ellas (Palanquero) será reestructurada con el aporte norteamericano de 46 millones de dólares. Salvo el presidente colombiano, […]

El pasado 28 de agosto tuvo lugar en Bariloche la reunión de los presidentes que integran la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR), preocupados por la presencia de tropas norteamericanas en Colombia, distribuidas en siete bases militares; una de ellas (Palanquero) será reestructurada con el aporte norteamericano de 46 millones de dólares. Salvo el presidente colombiano, la oposición fue absoluta. Las justificaciones, tanto de Álvaro Uribe como del Departamento de Estado, no resisten el menor análisis. Ellos alegan la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo; difícil tarea de dos naciones que se caracterizan por contener, en sus políticas de estado, ambos elementos. El último siglo y medio nos muestra que el norteamericano se constituyó en el imperio más poderoso y agresivo de todos los tiempos, convirtiendo a los Estados Unidos en la mayor nación terrorista del mundo. Las dos bombas atómicas arrojadas sobre Japón, los millones de muertos, mutilados y torturados en Vietnam, Irak, Afganistán y Latinoamérica, hablan por sí de una política de guerra permanente. En cuanto a Colombia, su presidente pidió que la reunión de UNASUR fuera transmitida en vivo y en forma completa; quizás para que ninguno de sus colegas se animara en público, a relacionar su actual sumisión imperial, a un oscuro pasado personal. E n septiembre de 1991 el Departamento de Defensa de los Estados Unidos desclasificó un documento donde asegura que «Uribe se vinculó a un negocio involucrado en las actividades de los narcóticos en los Estados Unidos…. Uribe ha trabajado para el cartel de Medellín y ha sido un amigo íntimo de Pablo Escobar Gaviria». La periodista Virginia Vallejo, quien fuera durante varios años amante de Pablo Escobar, afirmó en su libro «Amando a Pablo, odiando a Escobar» que «Uribe dirigió el Departamento de Aviación Civil de Colombia y desde allí le había adjudicado (a Escobar) pistas de aterrizaje y licencias para las flotas de aviones y helicópteros. El pasado imperfecto del señor Presidente de la República, es un pasado que el Gobierno de los Estados Unidos ya conoce. Yo también lo conozco, y muy bien.» Circunstancias similares fueron relatadas por Joseph Contreras y Fernando Garavito en la «Biografía no autorizada de Álvaro Uribe Vélez, el señor de las sombras» y por Fabio Castillo en «Los jinetes de la cocaína «.

En la reunión de Bariloche el presidente venezolano leyó parte de un documento denominado «Estrategia de rutas globales» (conocido como «Libro blanco») publicado en 2009 por el Comando de Movilidad Aérea de los Estados Unidos. En él se dice textualmente que «recientemente, el Comando Sur se ha interesado en establecer una localidad en América del Sur que podría ser usada en operaciones antinarcóticos y también como posición desde la cual se puedan ejecutar operaciones de movilidad.»

Vale aclarar que e l concepto militar de «Operaciones de Movilidad» se refiere al movimiento rápido por vía aérea, terrestre o naval con flujos significativos de tropas, armas, municiones, vehículos de combate, y demás pertrechos y suministros, es decir: Operaciones de Guerra.

Continúa diciendo: «Consecuentemente, con la asistencia del Comando de Movilidad Aérea y el Comando de Transporte el Comando Sur de EE.UU. ha identificado a Palanquero, en Colombia, como una localidad de seguridad cooperativa (CSL). Desde esta localidad, casi la mitad del continente puede ser cubierta típicamente por una aeronave de transporte C-17 sin reabastecimiento de combustible. Si el reabastecimiento fuera factible en el destino, un C-17 podría cubrir el continente entero, con excepción de la región del Cabo de Hornos en Chile y Argentina (…) Hasta que el Comando Sur establezca un plan de compromisos para un teatro más robusto, la estrategia de colocar un CLS en Palanquero debería ser suficiente para el alcance de la movilidad aérea en el continente sudamericano.»

Los aviones C-17 son usados para el transporte estratégico de tropas, en los cuales pueden colocar a un ejército entero en cuestión de horas, donde quieran.

Recientemente EE.UU. anunció que reactivó la Cuarta Flota de la Marina estadounidense, con base en Jacksonville, para reforzar sus eventuales operaciones militares en los mares y ríos de Latinoamérica. La misma había estado desactivada desde que terminó la Segunda Guerra Mundial

Los antecedentes son preocupantes: en marzo de 2008 el territorio ecuatoriano fue invadido por tropas colombianas pertrechadas con armamento norteamericano y en mayo de 2004 trescientos paramilitares colombianos llegaron hasta Caracas con el objetivo frustrado de asaltar el Palacio de Gobierno y asesinar a su presidente.

En Bariloche, el presidente Uribe agradeció la «ayuda» norteamericana y manifestó que los Estados Unidos nada necesitan de nosotros, sino todo lo contrario. Esto es absolutamente falso. Los Estados Unidos necesitan el petróleo venezolano, el gas y los minerales de Bolivia, la biodiversidad del Amazonas, el agua del acuífero Guaraní y también… ¡la cocaína de Colombia! Así como este país es el primer productor de esa sustancia, Estados Unidos es el principal consumidor, además de ser el mayor productor de marihuana del mundo. Desde que Venezuela, Ecuador y Bolivia expulsaron a la DEA ( Drug Enforcement Administration) , los decomisos de droga se duplicaron en esos países. En Afganistán en cambio, desde la invasión norteamericana, la producción de amapola opiácea se multiplicó en más de treinta veces, según datos de las Naciones Unidas. Un reciente estudio realizado por la Universidad de Massachussetts, confirma que nueve de cada diez billetes de dólares que circulan en los Estados Unidos tienen restos de cocaína, lo que corrobora el alto consumo de drogas de ese país.

En base a todos estos datos y referencias, los presidentes reunidos el pasado 28 de agosto reafirmaron, entre otros puntos, «que la presencia de fuerzas militares extranjeras no puede, con sus medios y recursos vinculados a objetivos propios, amenazar la soberanía e integridad de cualquier nación suramericana y en consecuencia la paz y seguridad en la región.» También decidieron «instruir al Consejo Suramericano de Defensa, para que analice el texto sobre ´Estrategia suramericana. Libro Blanco, Comando de Movilidad Aérea (AMC)´ y realice una verificación de la situación en las fronteras y eleve los estudios resultantes al Consejo de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno, a fin de considerar cursos de acción a seguir.»

Al día siguiente, el presidente Rafael Correa declaró que «la reunión de presidentes de la UNASUR fue un éxito, porque permitirá que las bases que Estados Unidos utilizará en Colombia, sean inspeccionadas por los países de la región.»

Queda ahora el alerta y la acción de los pueblos latinoamericanos, para que estos planes expansionistas sean rechazados y neutralizados, como ya se hizo con el frustrado proyecto de anexión económica, que a través del ALCA, quería llevar a cabo el imperio. La derrota definitiva de ese intento, tuvo lugar en Mar del Plata; esperemos que Bariloche represente el fracaso del militarismo en la región.

Carlos Mario Martínez es músico y periodista independiente de la ciudad de La Plata, Argentina.