
Junto al ingreso en la escena política internacional del gobierno de Joe Biden, el Perú se juega electoralmente su futuro, teniendo que elegir entre dos proyectos nítidamente diferenciados; el que encarna la alianza Juntos por el Perú que lidera la dirigente política Verónika Mendoza y la derecha del establecimiento, fragmentada, no sólo por diferencias políticas, sino también, por la impresentable imagen de la mayoría de sus candidatos ligados a los históricos escándalos de corrupción que han hundido al pueblo peruano en la miseria y la desesperanza.