Andrés Figueroa Cornejo

Artículos

María, hermana del cura obrero asesinado por la dictadura el 19 de septiembre de 1973

Mientras la administración de turno de La Moneda festejaba las llamada ‘día de las glorias del Ejército’ en el Parque O’Higgins de Santiago -una demostración fetichista y patriarcal de 7 mil efectivos de las diversas ramas de las Fuerzas Armadas y de Orden del Estado capitalista, autoritario y conservador del país, acompañada de los representantes del sistema de partidos políticos institucional y del presidente de la Corte Suprema-; el mismo 19 de septiembre, pero a media tarde, la memoria viva de los pueblos hacía su trabajo mediante un acto de Derechos Humanos, político y cultural

«La lección es nítida: sólo el pueblo ayuda al pueblo, y la tarea es construir sus propias fuerzas para autoemanciparse. No puede confiar en los ‘progresistas’ ni en los ‘capitalistas democráticos’, ni en aquellos políticos y sus cantos de sirena que sólo buscan aprovecharse de la buena fe popular. Ya basta»

A 50 años del golpe de Estado

Trata sobre la emergencia de los cordones industriales durante la Unidad Popular de Salvador Allende, a través de una entrevista con Mario Olivares, integrante entonces del Cordón Industrial Vicuña Mackenna y actual dirigente del Sindicato N° 2 de Viña San Pedro-Tarapacá.

A 50 años del golpe de Estado

Refiriéndose a los miembros directivos de la formación de extrema derecha, las y los muchachos expresaron que, «Quienes están aquí no sólo han impedido los cambios para cuidar los negocios de los empresarios, sino que también fueron impulsores y defensores de la dictadura.»

Hoy los enamorados pueden reunirse en la esquina de Jecar Neghme con la Alameda, tan cerca del emblemático Liceo de Aplicación, del cascarón antiguo de la metrópolis chilena, del barrio Yungay, de la editorial LOM, de la sede nacional del magisterio.

Se trata de un inicio, una fuerte apuesta política, la posibilidad de la unidad. Se trata, una vez más, de la humanidad oprimida autoconvocada y su liberación.

A 50 años del golpe de Estado

Tan profundas ardieron las emociones, tan agolpadas alrededor de las 119 siluetas, tan invierno el día y multigeneracional la convocatoria, que la gente optó por abrazarse; hace mucho que no sé de ti y han crecido muy rápido los chicos, qué será de Manuel y Luisa, qué será de tu mamá y la mamá de tu mamá; y dónde se habrá metido la chica Magda, con ella quedé en la estación del metro Quinta Normal para hacer juntos la caminata.

Entrevista con Roberto D'Orival Briceño

Debe quedar claro que esta no será la marcha de las víctimas, de los deudos o los dolientes, ni es la marcha del entierro de la memoria, sino que todo lo contrario. Este 22 de julio será la marcha de la memoria y la resistencia. La memoria de los 119 y de muchos y muchas más. La memoria de las luchas legendarias de este territorio, así como la lucha de siempre de la resistencia humana que se expresa también en los familiares, los compañeros, en quienes han demandado justicia y denunciado los crímenes y el genocidio.

Al parecer, no tenemos otra alternativa. Salvo que alguien considere que ya está todo perdido, que no merece la faena jugarse el pellejo otra vez, que basta contentarnos con ser minoría funcional, decorado en un rincón del espanto, fracaso anticipado en medio de esta escena del crimen.

A 50 años del golpe de Estado

Para la concejal Rosario Carvajal, «resulta extremadamente importante que La Moneda se vuelva un sitio de memoria antes del 11 de septiembre de este año. Nuestro pueblo y los pueblos del mundo se lo merecen, luego de medio siglo del horror sistemático contra dirigentes sociales y políticos, artistas y obreros, mujeres e indígenas, e incluso niños, ejecutados por la dictadura cívico militar».

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