
La agresión de Rusia en Ucrania es una clara violación del Derecho Internacional que no puede ser justificada, pero las reacciones airadas de los líderes occidentales no resultan creíbles por proceder de países y organizaciones internacionales que han protagonizado intervenciones militares y genocidas en todo el mundo. África es un claro ejemplo del cinismo e hipocresía de nuestros gobernantes, incluidos el actual Gobierno español, en el Magreb, Norte de África y el Sahel.