Azahara Palomeque | 

Gane o no la presidencia Biden, su contrincante ha cambiado la política estadounidense para siempre. El Partido Demócrata, en su dormitar elitista, ha ignorado todos los síntomas de erupción desde hace años.

Biden y los demócratas casi pierden las elecciones, algo impensable dado el repudio generalizado hacia Trump. Para comenzar a entender las razones de esto, debemos mirar más allá del relato dominante según el cual Estados Unidos es un país racista y su única esperanza de salvación es el extremo centro. Debemos echarle la culpa al Partido Demócrata.

Pablo Jofré Leal | 

El escenario electoral estadounidense, mostró la extrema polarización que vive Estados Unidos, que aún no define el ganador entre el actual presidente, el republicano Donald Trump, y el candidato opositor Joe Biden del Partido Demócrata ante la necesidad de contar millones de votos emitidos por correo y que pueden cambiar el giro de esta contienda.

Aunque al cierre de esta nota se siguen contando los votos, ya es altamente probable que Biden tenga en la bolsa estados clave como Arizona, Michigan, Wisconsin y Nevada.

En las elecciones norteamericanas ha sucedido lo previsible, no lo que nos contaron que iba a suceder.

Nazanín Armanian | 

La táctica del Pentágono y la OTAN ha sido ignorar a su comandante-presidente: no ha cumplido con sus órdenes de retirar a los soldados de Siria, Iraq, Afganistán, entre otros países ocupados; es más, los generales de EE.UU. han barajado un golpe de Estado para derrocarle.

La organización política iroquesa ha sido llamada “la primera democracia de América” y “la base de la Constitución de los Estados Unidos”.

Cómo saber si estamos asistiendo a la muerte de un imperio

John Mulholland | 

Si el presidente pierde las elecciones, Estados Unidos se quedará sin un Trump al que echarle la culpa. En los últimos 30 años ha habido dos presidentes demócratas, con dos mandatos cada uno, y los temas estructurales que corrompen la democracia y la sociedad estadounidense, con la raza siempre en el centro, no han cambiado sustancialmente.

Dos ancianos se disputan la presidencia de los EEUU, son dos viejos marrulleros y fanfarrones, dos oligarcas decrépitos acusados por distintas mujeres de abusos sexuales, dos mafiosos neoliberales profesionales de la mentira y la manipulación de masas.