Mientras Joe Biden sigue obligando al comediante ucraniano Volodímir Zelenski a no rendirse frente a la contraofensiva rusa con el único fin de debilitar políticamente al presidente Vladimir Putin, ya que por el obvio peso de las acciones de su ejército las víctimas civiles se siguen incrementando, a la vez a los coreutas mediáticos les da tiempo, junto al Departamento de Estado y a la CIA, a seguir elaborando infinidad de noticias falsas. La última los 400 muertos de Bucha, un suburbio de Kiev donde después de la retirada rusa los cadáveres comenzaron a brotar de la nada y tras ser filmados milagrosamente retornaban a la vida.