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Perú

La prensa con «sana intención»

Fuentes: Rebelión

A propósito de «La cultura del miedo» del Sr. Gustavo Espinoza… artículo publicado por este medio en fecha 27 de mayo último, en donde el autor afirma que en el Perú, la prensa informa con la más sana intención; además de que deja entrever que existe una democracia plena que permite el libre ejercicio de […]

A propósito de «La cultura del miedo» del Sr. Gustavo Espinoza… artículo publicado por este medio en fecha 27 de mayo último, en donde el autor afirma que en el Perú, la prensa informa con la más sana intención; además de que deja entrever que existe una democracia plena que permite el libre ejercicio de la política, sin restricciones de orientación política; posibilitando a cada opción política luchar por sus proyectos en forma libre, y que además, según el autor, «Se ha descubierto que, en uso de formas «legales», los pueblos avanzan más y derrotan a sus adversarios, por lo menos en tiempos como estos».

La frase de Engels, citada en el mencionado artículo, de seguro sería aplicable en un estado de derecho, con los poderes estatales funcionando en forma eficaz e independiente, con instituciones sólidas y eficaces, situación que no es el caso, no son esos los tiempos estos.

Los tiempos estos, por lo menos en el Perú, son aquellos en los que se ha montado un andamiaje legal y judicial destinado a estrechar los marcos de la libre contienda política, estos tiempos son los de la criminalización de la protesta popular, la satanización y la completa intolerancia a la oposición política. En estas circunstancias pretender que el movimiento popular enmarque su accionar en ese marco legal, es como aceptar que haga política con las manos atadas y la boca amordazada, diciéndole además que es así como avanzara y derrotará a sus adversarios, estos sí, no solo desatados sino armados; no amordazados, sino con todos los medios de información a su servicio.

Es verdad que los pueblos somos amantes de la paz y la justicia, repudiamos la guerra, la injusticia y la explotación, la paz es el anhelo más profundo de los pueblos del mundo, la justicia social y la plena vigencia de los derechos humanos para todos, son la máxima aspiración de los pueblos; y que para lograrlo los pueblos tienen la volUntad y aspiración de lograrlo dentro de un marco legal y en paz, pero las formas legales nunca han sido suficientes. Lenin, y los bolcheviques no se han limitado a usar las «formas legales», y estas no han sido de ninguna forma, las que han acabado derrotando a los adversarios. Lo mismo podríamos decir de la china revolucionaria, o del heroico pueblo de Vietnam; y para hablar de nuestro medio, así «cuando la crisis se explaya y las autoridades pisan resbalosos lodazales» a Fidel, a sus compañeros y al digno pueblo cubano no se les ocurrió limitarse a las formas legales para avanzar más y derrotar a la dictadura batistiana; tampoco a Chávez y a los bolivarianos del MBR-200 En 1992; y muy en estos tiempos y por estos lares, a Evo Morales y los hermanos bolivianos, en las luchas por el gas, por el agua, cuando mediante verdaderas insurrecciones populares derrocaron más de dos gobiernos «en crisis y pisando resbalosos lodazales», tampoco se les ocurrió limitarse a usar las formas legales y menos han sido estas las que les han permitido avanzar más y derrotar a sus adversarios

Acaso el Sr, Gustavo Espinoza pretende que los sindicatos abandonen sus justas luchas cuando estas son declaradas ilegales, aconseja a los indignados manifestantes a desistir de una justa movilización cuando esta no cuenta con los permisos legales; o ¿habrá que decirles a los pueblos y comunidades que se ven obligados a bloquear carreteras para ser escuchados por el gobierno, que se limiten a mandar memoriales y esperar el término legal para que estos sean atendidos, además diciéndoles que así conquistaran sus derechos y podrán derrotar a sus adversarios?. Que cercano el pensamiento este con la de aquel representante del empresariado peruano que exige al gobierno que reprima con mano dura las ilegales luchas de los «antimineros». Habría que recordarle al sr. Espinoza aquella memorable frase del Che: «No se trata de desear éxitos al agredido, sino de correr su misma suerte», y esta máxima del heroico comandante debería guiar también el trabajo de solidaridad internacional.

Creo que es deber de quienes hacen política desde la izquierda comprometidos con el movimiento popular nacional e internacional, denunciar el verdadero papel que cumple la llamada prensa grande, que no precisamente «lleva el más sano propósito de informar a la ciudadanía de los hechos más importantes ocurridos en el Perú y el mundo», muy al contrario, brinda una información tendenciosa, maquiavélica y manipuladora, distorsionando intencionalmente los hechos, que no informa con la veracidad, oportunidad e integridad propias de una buena información y que además por ética están obligadas a hacerlo; todos los que vemos los noticieros vemos con que énfasis, convicción e intencionalidad despotrican contra el «dictador Maduro», como satanizan las luchas populares, como se ensañan con los dirigentes sociales lanzando contra ellos una sarta de improperios buscando alejarlos de los sectores populares, harán esto con la más sana intención como afirma el sr. Espinoza?

La prensa grande, como eficaz instrumento de los opresores y de la derecha política, cumple un papel que va más allá de la de imponer la cultura del miedo, además de este, lleva el propósito de distraer a la ciudadanía de los verdaderos problemas nacionales, en así que periódicamente va soltando «primicias» que marcan la agenda política, y con iniciativa política van señalando al movimiento popular (a una parte de este) los motivos por los cuales debe movilizarse y desplegar su lucha, distrayéndolo de las contradicciones centrales del sistema político y económico, tanto así que en este proceso por una nueva constitución se tiene como objetivo central la lucha contra la corrupción, y no el régimen económico de los recursos naturales; los sectores populares en vez de luchar por la soberanía sobre nuestros recursos naturales, se centran en luchar contra la corrupción; es decir que, según los medios, el problema central del pueblo peruano es la corrupción, ocultando (sin ninguna sana intención) que el problema central es que el imperialismo sigue despojándonos de nuestras riquezas, sigue sometiéndonos y aplastando nuestra soberanía y dignidad, que este tiene como objetivo principal seguir manteniéndose en dominio de nuestros recursos naturales, y que para eso está dispuesto a «depurar» o sacrificar a sus títeres y lacayos «en crisis y pisando resbalosos lodazales» no importa que estos finalmente resbalen y caigan en los más profundos pozos, siempre tendrán una cárcel dorada y el futuro de sus generaciones garantizado; así actúan el imperio y las mafias.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.