Hacia el final de la guerra fría se inauguró un escenario internacional donde la hegemonía de los Estados Unidos de América (EUA) fue indisputable. A casi treinta años de esa fecha, dicho escenario es ampliamente cuestionado, en especial a partir de la crisis financiera del 2008, nos encontramos ante un poder ascendente: la República Popular de China (RPC).
Categoría: Mundo
La Vía Campesina y el Centro Europeo-Tercer Mundo (CETIM) expresaron su preocupación sobre la captura por los lobbies del agronegocio de los preparativos de la Cumbre de Naciones Unidas sobre Sistemas Alimentarios, que se realizará en septiembre próximo en Nueva York, y que ocupa un lugar central en la agenda de la ONU para 2021, pero también en la de los movimientos y organizaciones rurales y campesinas
En 2020 se celebró el 70 aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre la República de Indonesia y la República Popular China (RPCh) en un momento en el cual se encuentran en su punto más álgido desde la época de Sukarno. En los últimos años, los lazos entre Beijing y Yakarta han aumentado considerablemente no sólo en el ámbito comercial y económico, con China afianzándose como el principal socio comercial y segundo inversor, sino también en el ámbito cultural y de la defensa.
Las entidades corren el riesgo de ser sancionadas, advierte el secretario de Estado Anthony Blinken.
En fechas recientes, varios países de la región han sido estremecidos por violentas manifestaciones de descontento social que han conllevado a la movilización de centenares de miles de ciudadanos que protestan por la ausencia o carencia de libertades democráticas, el incremento de las condiciones de exclusión de importantes sectores populares y medios de la sociedad y también, por el mal manejo de la pandemia por los gobiernos nacionales.
El referéndum convocado un día como hoy hace exactamente 30 años, el 17 de marzo de 1991, en las quince repúblicas de la entonces Unión Soviética para mantener su integridad «fue necesario y justo», mientras que la posterior desintegración del país violó «la voluntad del pueblo entero», según el expolítico ruso Mijaíl Gorbachov.
El 17 de marzo quedará como el día en que la junta gobernante eliminó todos los periódicos impresos independientes. Además, desde finales de febrero muchos periodistas han sido detenidos: 39 periodistas fueron arrestados entre el 1 de febrero y el 15 de marzo.
Leía la siguiente afirmación: El crecimiento global de la extrema derecha ha dado una nueva importancia al concepto de antisistema en política[1] y comencé a meditar acerca de varias noticias que he recibido con mucha preocupación, cuando hay una realidad palmaria, la de que la distribución del poder en el mundo está cambiando y genera nuevas amenazas:
Con 1.606 muertes sobre una población de 51 millones, Corea del Sur es presentada por muchos países, en especial occidentales, como líder en la lucha contra el coronavirus. El propio Estado ha gastado millones de wones en publicitar su modelo popularizado como “K-Prevention”. Sin embargo, este éxito sanitario se funda en un riguroso sistema de vigilancia, persecución, desconfianza y miedo.
Tran To Nga se ha atrevido a llevar a la Justicia a quienes produjeron el agente naranja con el que Washington devastó el sudeste asiático y que aún hoy provoca horrores sanitarios y desastres ambientales. Su victoria cambiaría el destino de muchos.