
Unas 40 personas murieron y 160 resultaron heridas tras la estampida producida, el pasado lunes 20, frente al Estadio Michel d’Ornano de la ciudad de Brazzaville, capital de la República Popular del Congo (RPD). La gran mayoría de las víctimas eran jóvenes de entre 18 y 25 años que concurrían a una convocatoria del Ejército para seleccionar 1.500 reclutas. Las fuerzas armadas y de seguridad son una gran fuente de empleo, junto a las petroleras casi las únicas, en un país jaqueado por una desocupación crónica.