Isabel de Sebastián | 

El primer debate presidencial y la enfermedad de Trump han creado una inimaginable crisis política

David Brooks | 

Nadie sabe nada, o saben pero no lo dicen, o lo dicen pero es mentira, o tal vez están encubriendo algo pero son tan ineptos –igual en como han abordado la pandemia– que ni eso logran hacer bien. Es como una comedia de los hermanos Marx, pero estamos hablando de la comandancia de la última súperpotencia, la cual se ha vuelto un manicomio.

Imperio estadounidense y sus colonias

Spanish Flu

Este artículo trata de la respuesta colonial del gobierno federal de EE.UU. ante la epidemia de influenza (1917-1919) en Alaska y en Puerto Rico. En Alaska murieron cerca de 2.000 personas -en su mayoría indígenas- entre 1917 y 1919 por la llamada «gripe española». En Puerto Rico los contagiados eran más del doble de la población total de Alaska.

Cibernética

Valentín Katasonov | 

Los ciberataques estadounidenses contra Rusia pueden expandirse dramáticamente este otoño.

Entrevista a Ashley Smith

Ashley Smith, activista del movimiento Democratic Socialists of America (DSA), sostiene: «Nos hallamos en los prolegómenos de una creciente combatividad después de décadas de retroceso, derrota y desorganización. No obstante, las principales organizaciones de nuestro bando –las de los movimientos sociales, ONG y sindicatos– están embelesadas con las elecciones. Subordinan la lucha a la política electoralista, con la vana esperanza de que el triunfo de Joe Biden y los demócratas aportará una solución a los desastres del capitalismo estadounidense».

Cuando un sudoroso Richard Nixon sacó su pañuelo para secarse la frente, la suerte estaba echada. Era el primer debate presidencial televisivo de la historia. Poco se sabía entonces del impacto real que habría de tener la televisión, que hacía un tiempo había llegado a una audiencia de millones de espectadores, en el curso de unas elecciones presidenciales.

Esto no admite debate

Dos informes recientes del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales indican que, entre 1994 y 2020, extremistas de derecha mataron a 335 personas en Estados Unidos, en su mayoría personas de color.

Al margen de coyunturas electorales, la destrucción de las revoluciones Cubana y Bolivariana está entre los objetivos primordiales de política exterior de Estados Unidos y su gigantesco aparato de inteligencia y subversión.

No tienen contratos, les dan trabajo de palabra y les pagan lo que el empleador quiere. Son los que más trabajan y los que menos dinero generan. Son los latinoamericanos que trabajan en construcción en Estados Unidos. Sus cuerpos como de niños, como de adolescentes recién en desarrollo, la piel pegada a los huesos, bajos de estatura y hasta un poco enclenques si se les mira bien.

Pablo Jofré Leal | 

El primer debate presidencial estadounidense – de tres programados – llevado a cabo en Cleveland, Ohio representa la expresión de la política estadounidense: el espectáculo, la parafernalia mediática, el presentar un escenario donde supuestamente se definen cambios estructurales, en un país donde lo medular seguirá siendo inmutable. Nada muy distinto a los debates del año 2016.