Los recientes hechos de brutalidad y asesinatos racistas por parte de la policía en numerosas ciudades de Estados Unidos no son un fenómeno reciente. Son sucesos de larga tradición, que se derivan desde los tiempos de la esclavitud y que, como ahora, se desarrollan a la par con la violencia de grupos paramilitares y supremacistas blancos.

Mike Bloomberg gastará 85 millones de euros en ayudar a Biden a ganar el estado de Florida mientras el magnate de los casinos Sheldon Adelson donará 40 millones a Trump.

La mayor potencia militar del mundo enfrenta este noviembre sus elecciones presidenciales marcadas por dos hechos que combinados entre sí producen un escenario de consecuencias imprevisibles. Por un lado, la pandemia que asola el planeta y que ha causado ya alrededor de un millón de muertes en todo el mundo, de las cuales más de 200 mil se han producido en Estados Unidos. Por otro lado, la segunda ola de protestas antirracistas agrupadas en el #BlackLivesMatter, que se convierte al mismo tiempo en una respuesta al auge de la alt-right en la mayor economía mundial.

Mirko C. Trudeau | 

Sin menciones a propuestas propias, cada candidato utilizó sus minutos para acusar a su rival, interrumpirlo e incluso lanzar ataques personales. Un debate desordenado en el que, más que cara a cara, los protagonistas discutieron con el moderador.

Elecciones en Estados Unidos

Esta coyuntura electoral ya de por sí se realiza en un contexto sin precedente: en la crisis de salud pública más grave en un siglo, en la peor crisis económica desde la Gran Depresión y una crisis social con el estallido del movimiento de protesta más grande de la historia del país sobre el racismo sistémico y la violencia oficial.

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

David Vine | 

Traducido por Marwan Pérez para Rebelión.

El mundo ha visto las imágenes de los incendios que se extienden a lo largo de la costa del Pacífico de EE.UU., desde la frontera de Canadá hasta la de México. Este 15 de septiembre, un centenar de grandes incendios, y muchos otros más pequeños, devastan los bosques de los Estados de Washington, Oregón y California.

Margaret Kimberley | 

Traducido para Rebelión por Paco Muñoz de Bustillo

Mientras las corporaciones se concentran en maximizar ganancias y productividad, la acción colectiva es la manera más efectiva de que lxs trabajadorxs consigan que lxs empleadorxs atiendan sus necesidades. Y no hay momento más apremiante que una pandemia.