Xulio Ríos | 

Aunque a algunas personas pueda sorprenderle, en realidad, no es ni mucho menos extraño que China, a día de hoy, pueda destacarse como uno de los pocos países en el mundo con capacidad para concebir y producir vacunas contra la Covid-19. Y progresivamente, a una escala que no admite comparación.

A la atención de los atlantistas y del Sur mundial

El nuevo plan quinquenal apunta a una reforma económica de «alta calidad», un salto tecnológico y una nueva era de prosperidad común.

Guadi Calvo | 

Que alguien se sorprenda en estos tiempos, por la “novedosa” revelación aportada por la investigación de la CIA acerca de las implicancias absolutas que ha tenido el príncipe heredero saudí Mohammad bin Salman (MbS) en la detención, tortura, muerte y desaparición del cadáver del periodista Jamal Khashoggi, es por lo menos pecar de inocencia. Y que con esta “gran noticia”, los medios y la nueva administración norteamericana pretendan descubrirle la verdad a alguien es tratarnos de estúpidos a todos.

En dos de las repúblicas del sur del Cáucaso, Armenia y Georgia, se está desarrollando una profunda crisis política. Las manifestaciones y las acciones de protesta en la calle son diarias en las dos capitales, Tiblisi y Ereván. La gravedad de la crisis se expresa en la atmósfera de polarización, radicalización e intolerancia. Un análisis comparativo de estos dos países permite comprender que lo que está ocurriendo actualmente no es algo excepcional sino que corresponde a causas sistémicas; al mismo tiempo, nos ayuda a contextualizar y a examinar las causas estructurales en lugar de centrarnos en el papel de los individuos.

En la apertura de las sesiones parlamentarias chinas de este año, al presentar el informe sobre la labor del gobierno ante la Asamblea Popular Nacional, el primer ministro Li Keqiang fue muy comedido en las alusiones a Taiwán, sin apartarse un ápice de los tópicos ni dando pábulo a quienes vaticinaban un endurecimiento: de una parte, más políticas beneficiosas para los taiwaneses; de otra, más vigilancia frente al secesionismo.

Myanmar

Charles-André Udry | 

11 Simposio electrónico Internacional sobre Política China

El mundo “post Bretton Woods” tambalea y, ahora, China trata de incidir sobre él a la vez que
cuestiona y debate el orden que se estableció oportunamente.

R Arun Kumar | 

El día 25 de febrero de 2021 el presidente chino Xi Jinping anunció que China había logrado una “victoria total” en su lucha contra la pobreza al haber conseguido sacar de la pobreza a los últimos 98.99 millones de personas pobres del ámbito rural que vivían por debajo del actual umbral de pobreza. Con ello se ha sacado de la lista de pobreza a todas las 932 regiones y 128.000 aldeas empobrecidas. El presidente Jinping lo anunció en un encuentro para celebrar los logros de la nación en lo referente a la reducción de la pobreza y honrar a quienes luchan contra la pobreza.

El volumen comercial entre China y los 17 PECO (Países de Europa Central y Oriental) alcanzó en 2020 el valor de 103.450 millones de dólares, superando por primera vez los 100.000 millones, con un crecimiento interanual del 8,4 por ciento. Un mecanismo de cooperación se formalizó en 2012 y desde entonces el comercio bilateral no ha dejado de crecer a un promedio del 8 por ciento anual.