La construcción de la noción de “imperialismo benévolo” parte de un negacionismo evidente, tanto de la historia imperialista de Estados Unidos desde finales del siglo XIX como de la propia trayectoria de Joe Biden.
La construcción de la noción de “imperialismo benévolo” parte de un negacionismo evidente, tanto de la historia imperialista de Estados Unidos desde finales del siglo XIX como de la propia trayectoria de Joe Biden.
¿Cómo es posible pensar que luego de 20 años de invertir en una guerra EE.UU. se retire, derrotado, sin más? ¿Sería viable creer que hubo una victoria talibán al estilo del Vietcong?
La feroz urgencia del ahora. Este no es momento para empeñarnos en el lujo de la calma o de tomarnos la droga tranquilizante del gradualismo. Ahora es el tiempo de hacer realidad las promesas de la democracia”, declaró el reverendo Martin Luther King Jr, desde las escalinatas del Monumento a Lincoln al culminar la histórica Marcha a Washington Por Empleo y Libertad en 1963.
La distancia entre Afganistán y Haití induce a pensar que no tienen nada en común. Sus historias, culturas, idiomas, orígenes étnicos y geografía son incomparables, y difícilmente se pueda encontrar algo que emparente a los dos países. Sin embargo lo hay y es muy potente: Estados Unidos.
Estados Unidos tiene la responsabilidad de proporcionar un puerto seguro para los refugiados causados por su injerencia en otros países.
Durante más de un siglo, una de las ideas más persistentes en la política de EE.UU. ha sido que la educación es la mejor solución frente a la desigualdad. Pero no es persistente porque sea cierta, sino que lo es porque constituye un mito útil para las élites políticas y económicas que custodian celosamente su dinero y su poder.
Las escenas mediáticas de colaboracionistas intentando trepar en aviones de la fuerza aérea estadounidense que despegan del aeropuerto de Kabul, evidencian las contradicciones geopolíticas y geoestratégicas de las «guerras de conquista» emprendidas por el complejo militar/industrial de los Estados Unidos desde 1950.
El preso político Veronza Bowers ha estado encarcelado desde el 15 de septiembre de 1973. ¡48 años!
La mayoría de los estadounidenses está de acuerdo con la retirada de las tropas, pero la imagen de organización y normalidad de Biden se ha resquebrajado por el caos de los últimos días.
Parece una mala novela policial, donde un comando de mercenarios comete un magnicidio y donde los gobiernos que envían y financian a los asesinos luego se aseguran de que sean funcionarios propios quienes investiguen el hecho, amparados por un comando “humanitario” de marines estadounidenses.