Oscar Oramas Oliva

Artículos

En julio de este 2022, puede apreciarse que la tendencia hacia un deterioro de la situación internacional es irreversible y el horizonte está plagado de perspectivas inquietantes.

El ascenso de China, Rusia e Iran, además del desarrollo nuclear de la República Popular y Democrática de Corea, los logros tecnológicos y económicos de la República de Corea, muestran nuevos actores en terrenos que hasta ahora estaban reservados solo para las potencias occidentales, exponentes de la civilización judeo cristiana.

El Dr. Anthony Fauci afirmó que «los efectos innegables del racismo» han llevado a disparidades de salud inaceptables.

La muerte de George Floyd y la condena por asesinato en tercer grado, con una condena máxima de 25 años del agente policiaco Derek Chauvin: «Este veredicto es un punto de inflexión y un momento así puede ser muy peligroso», escribió Gerardo Lissardy, BBC News Mundo, Nueva York, 21 abril 2021; en efecto los odios se han exacerbado.

La FAO acaba de alertar que «en ningún otro momento de la historia la agricultura se ha enfrentado a tal variedad de riesgos en un mundo hiperconectado y un panorama que cambia precipitadamente». El mundo enfrenta una amenaza sin precedentes de escasez de alimentos, advierte la agencia de la ONU.

Leía la siguiente afirmación: El crecimiento global de la extrema derecha ha dado una nueva importancia al concepto de antisistema en política[1] y comencé a meditar acerca de varias noticias que he recibido con mucha preocupación, cuando hay una realidad palmaria, la de que la distribución del poder en el mundo está cambiando y genera nuevas amenazas:

Los asesores de Trump sugieren que este juicio político ya ha demostrado ser beneficioso para el expresidente porque expone la deslealtad dentro de las filas de sus partidarios y provoca una reacción de las bases contra los republicanos que han intentado alejarse de las bases del partido.

¿Cuántos millones de personas no tienen acceso a los medios para saber si están infectados de la Covid-19?

Cuando el mundo se sumerge, cada vez más, en la pandemia de la Covid-19 y el desasosiego se profundiza en las personas. Vivimos hoy en un mundo de incertidumbres, aunque los medios del orbe nos hablan de esperanza.

El golpe que Donald Trump le ha dado al mito de la democracia norteamericana es enorme y lleno de consecuencias en la actual coyuntura internacional

Una agenda prioritaria espera, donde el sentido común y la razón se impongan

Muchos coinciden en que el 2020 fue un año muy duro para la humanidad en su conjunto, sin cuantificar las consecuencias de una pandemia y una crisis económica cuyas fases conclusivas todavía no se vislumbran, no obstante las vacunas. ¿Contarán los sin hogares o los millones de personas sin seguro médico con la ansiada vacuna? Las pérdidas en el campo económico son enormes, el desempleo ha crecido, aun cuando el estudio de esa situación no ha concluido. Como colofón se han instalado el miedo y la incertidumbre en este mundo hiperconectado.

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