
Así cambió el gigante asiático su modelo productivo gracias a su paciente inversión en capital intelectual y científico.
Así cambió el gigante asiático su modelo productivo gracias a su paciente inversión en capital intelectual y científico.
Pese al desastre global provocado por el Covid-19, la carrera por una campaña de vacunación rápida y eficaz ha tomado el cariz de una competencia nacionalista alejada de todo espíritu cooperativo. En ese marco, distintas potencias, como Rusia o China, buscan reforzar su prestigio y su influencia en la construcción de un mundo multipolar.
Las modas actuales del desarrollo fetichizan los datos, aparentemente para la “formulación de políticas basada en la evidencia”: si no se miden, no importan. Por lo tanto, olvídese de obtener recursos financieros para su trabajo, programas y proyectos, sin importar cuán beneficiosos, significativos o desesperadamente necesarios sean.
Podríamos contextualizar la más reciente política de EEUU hacia China entre dos discursos, el del vicepresidente Mike Pence en el Instituto Hudson en 2018 y el del secretario de Estado Mike Pompeo en la Biblioteca Nixon en 2020.
El Viejo Continente desempolva las alfombras rojas para recibir a su ‘nuevo amigo’ en la Casa Blanca. Europa espera ansiosa que Joe Biden saque a la OTAN de la parálisis cerebral que sufre la Alianza.
Desde la organización aseguran que garantizar una distribución global equitativa de las vacunas es «claramente lo correcto desde una perspectiva moral» y también económica.
Las acciones de los militares se producen en respuesta a lo que califican como «fraude» durante las elecciones parlamentarias del pasado 8 de noviembre.
La investigación de Brian Ferguson sobre los orígenes de la guerra, habiéndose remontado para ello al comienzo de la historia humana y la de nuestros parientes simios más cercanos, sugiere que la guerra no es parte de nuestra evolución.
Aunque letal a gran escala, la pandemia del coronavirus «no es una amenaza existencial», considera el Boletín de Científicos Atómicos. Además, ha habido «algunos desarrollos positivos» que permitieron no avanzar las manecillas.
El desarrollo acelerado de las vacunas contra el covid-19 fue una extraordinaria hazaña científica. Pero ha habido temores de que los países más ricos acumulen las vacunas a costa de dejar desabastecidos a los más pobres.