Conforme se desvanece cualquier perspectiva de una solución pacífica al conflicto en Ucrania, es necesario recordar que la guerra que ha devastado a este país es el resultado trágico del empeño de Estados Unidos y sus socios en reducir a Rusia a la completa irrelevancia geopolítica, y su afán de infligirle la máxima humillación posible en momentos en que ésta ya no representaba ninguna amenaza para la seguridad de Europa y mucho menos de Washington.