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Oscar López Rivera: nada le ha cansado, doblegado y rendido

Fuentes: Rebelión

«Después de escalar una montaña muy alta descubrimos que hay otras montañas por escalar»Nelson Mandela Hace aproximadamente tres años y medio, en diciembre de 2013, en el artículo titulado ¡Honor y gloria para Nelson Mandela y libertad para los otros Mandelas presos todavía!, señalaba que «… si se llegase a la conclusión de que todo […]

«Después de escalar una montaña muy alta descubrimos que hay otras montañas por escalar»
Nelson Mandela

Hace aproximadamente tres años y medio, en diciembre de 2013, en el artículo titulado ¡Honor y gloria para Nelson Mandela y libertad para los otros Mandelas presos todavía!, señalaba que «… si se llegase a la conclusión de que todo el mundo requiere una «segunda oportunidad», frase empleada por Obama en cierta ocasión, debe recordárseles a todos, en ocasión del 65 aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos, que el país que pretende erigirse en gendarme guardián de estos derechos, al estilo pretoriano del apartheid, tiene en sus cárceles a luchadores del calibre y temple de Mandela. Y por eso mismo se impone exigir una mirada que ponga al descubierto a esos otros Mandelas que todavía guardan una prisión injusta y bárbara en los EE.UU. y otros países del mundo.

Para este ejercicio, inspirado en la más pura sensibilidad humana y guiado por una conciencia del bien y la virtud, se requiere un acercamiento a las ideas de Madiba. A este respecto bastaría ésta: «Después de escalar una montaña muy alta descubrimos que hay otras montañas por escalar.»

«Empezando por un ciudadano de casa, ahí está el caso de Leonard Peltier, que es prisionero político del gobierno estadounidense y que en febrero del 2014 habrá cumplido 38 años en prisión. Fue condenado a dos sentencias de por vida, por el doble crimen de ser indio norteamericano y ser defensor de los derechos de su pueblo. Y con seguridad está perseguido por el pensamiento racista del general Philip Sheridan resumida en la sentencia que pronunciara hace más de 100 años: «el único indio bueno es el indio muerto.»

«Ahí está también el puertorriqueño Oscar López Rivera, con 70 años de edad, y el prisionero más antiguo de América Latina y el Caribe, que tiene ya 32 años cumplidos, y que fuera condenado por su participación en la lucha independentista de Puerto Rico a 70 años de prisión en dos causas sucesivas. A mayor abundamiento, ya pudiera estar en libertad, pues Clinton decretó su clemencia limitada en 1999, si Oscar no hubiera rehusado tal clemencia por solidaridad con otros dos compañeros prisioneros, que no fueron incluidos en el indulto. Debo apuntar que también Mandela hubo de rehusar su libertad condicionada por el régimen sudafricano, y por ello debió continuar en la cárcel hasta su liberación definitiva.»

«Y ¿acaso no es cubano por esencia Oscar López, si el ideal independentista del Partido de José Martí incluía a Cuba y Puerto Rico como parte de la lucha, si ambas corrieron suertes parecidas, aunque a Puerto Rico le tocó la peor, a consecuencia de la intervención oportunista de los Estados Unidos en la guerra que libraba Cuba contra España? Como expresara en los inicios de 1900, la poeta puertorriqueña Lola Rodríguez de Tió, «Cuba y Puerto Rico son / de un pájaro las dos alas / reciben flores o balas / sobre el mismo corazón…»

En dicho artículo nos referíamos también al caso de los 5 Héroes cubanos que cumplían entonces prisión en los Estados Unidos.

Añadíamos una serie de interrogantes muy precisas: «En este momento histórico en que las campanas doblan por la humanidad doliente y en honor a Nelson Mandela, ¿es aceptable para la conciencia humana esta realidad atroz de seres humanos excepcionales confinados en ergástulas infernales? ¿No podrá la injusticia más despiadada, ser vencida por una justicia generosa y racional? ¿Permanecerá el presidente Obama como un témpano de hielo sin ejercer el perdón presidencial o indulto, que sería justicia en estos casos? ¿Se escuchará al fin en la Casa Blanca el clamor universal por la liberación inmediata de todos estos hombres? Cuándo el presidente Obama diga sus palabras ante los restos de Mandela en capilla ardiente, ¿tendrá en mente la historia de ese Héroe acosado por calumnias y mentiras, por esas persecución, detención y condena brutales? ¿Tendrá en mente los reclamos que le han hecho para que libere a los otros Mandelas cuyas historias él conoce?»

» De todas formas, l os héroes verdaderos llevan en sí la fuerza colosal que requiere la humanidad, cansada de derrotas, para asumir como paradigmas sus proezas y virtudes a la hora de librar sus batallas, de proseguir la marcha indetenible en busca de las verdades que le permitan alcanzar la luz y la felicidad.»

«La suerte y el destino de los héroes no pueden ser ignorados, no pueden pasar inadvertidos ante nuestras miradas y conciencias. Sus motivaciones, acciones, ideas y sueños, y también sus sacrificios, deben ser conocidos por todos los que un día tras otro sueñan con la imagen de un mundo más justo y mejor. Los héroes deben acompañar nuestras existencias para sentir muy cerca sus influencias bienhechoras e imprescindibles. El aliento de ellos nos debe incitar a ascender los peldaños superiores de la escala humana y desafiar, como Sísifos de estos tiempos, cuantas condenas pretendan aherrojar y estigmatizar nuestras vidas.»

«Tomando como referencia las ideas de José Martí, Héroe Nacional de Cuba, trataremos de reivindicar con sus palabras a esos hombres gigantes, afirmando que en ellos van miles de hombres, van pueblos enteros, va la dignidad humana. Esos hombres son sagrados. Porque esos son héroes: los que pelean por hacer a los pueblos libres, o los que padecen en pobreza y desgracia por defender una gran verdad. Esos hombres generosos están en el bando de los que fundan, construyen y aman. En el bando contrario y enemigo, están los que odian y destruyen. Ellos son los que pelean por ambición, por hacer esclavos a otros pueblos, por tener más mando, por quitarles a otros pueblos sus tierras. Estos no son héroes, sino criminales.»

Concluíamos de la siguiente forma: «Uno puede preguntarse y preguntar qué hacen esos hombres extraordinarios cumpliendo esas sanciones bárbaras en los Estados Unidos, por qué no se les ha indultado a pesar del reclamo mundial en este sentido y por qué aún permanecen en las prisiones federales, después de tantos años en ellas.»

Finalmente se produjo la liberación de los 3 Héroes cubanos que permanecerían en las cárceles, y más recientemente se produjo el indulto firmado por Obama, al concluir su mandato, en el caso de Oscar López. Hoy Puerto Rico festeja la libertad de un hijo entrañable y Oscar continúa, fiel a sus ideales independentistas, llevando su mensaje al pueblo y al mundo, tratando de concienciarlos de la necesidad de continuar la lucha hasta que se logre la independencia plena de su patria.

Hoy está libre el héroe puertorriqueño. Nada de lo vivido y sufrido, a pesar de las huellas que le han dejado en su cuerpo y su alma, le han cansado, doblegado y rendido. Aún permanecen intactos sus sueños y amores patrios. No pudieron los muchos años de prisión sumirlo en la derrota, y ha emergido triunfante como Sísifo de estos tiempos de nuestra América.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.