Carlos Meneses Reyes | 

El gobierno de la Argentina intenta señalar el rumbo de la economía local mediante dos acciones simultáneas difundidas el pasado martes 15 de septiembre.

Hay una lógica en esta locura del gobierno de Bolsonaro. La lógica de la destrucción del Estado brasileño y la imposición de la centralidad del mercado.

El ultraderechista presidente Jair Bolsonaro asegura que Brasil es un modelo de preservación ambiental, y que los incendios forestales ocurren “normalmente en esta época del año”.

Expresidentes latinoamericanos, como Fernández de Kirchner, Lula Ignacio Da Silva, Jose Mujica, Ernesto Samper, Evo Morales; excancilleres, como Celso Amorin, Jorge Taiana, David Choquehucanca exhortaron a las autoridades ecuatorianas a terminar con las proscripciones en ese país y respetar las normas nacionales e internacionales que aseguren la vigencia de la democracia efectiva en el Ecuador.

Los médicos, nombrados héroes por el gobierno durante la pandemia, salieron a las calles a reclamar por el cumplimiento del salario que por ley les corresponde. La Policía los reprimió con golpes, empujones y gas lacrimógeno.

Mientras el presidente de la Asamblea Nacional venezolana, Juan Guaidó, pide boicotear las próximas elecciones parlamentarias, el excandidato a presidente Henrique Capriles volvió al ruedo en las últimas semanas con un llamado a concurrir masivamente a las urnas. Dividida, la oposición se encuentra en una difícil encrucijada frente al gobierno de Maduro.

Hay gente que te dice que tenés que trabajar, gente que te dice: tenés que estudiar. Gente como Baby Etcheco ¿latz? Odiadores que no. Hay falsos ingenieros como el papá de Axel. Gente que se acercó a Olivos para interpelar al gobierno, y gente más golpista que el Papa. Eso, según lo autopercibió Mauricio Macri en sus visitas vaticanas. Gente que no entiende las redes sociales y menos el componente civil de la cadena de mando, en especial, cuando esa gente teje redes paralelas de poder por simples afanes personales. Y, cuando hay un gobernador demasiado progresista para la ocasión, esa es gente que no, actúa en contra del voto popular.

“El gobierno de Piñera se descascara. Va con una velocidad muy impresionante “cuesta abajo en la rodada”. En esta realidad la ex Concertación con la Democracia Cristiana a la cabeza y la prístina excepción del Partido Comunista parecen no entender los tiempos políticos a nivel nacional e internacional.

Por más que pareciera que muchas cosas se detuvieron con la pandemia, la lucha de clases en el país continúa. El nudo de la lucha política del período, la crisis de dominación burguesa, sigue su curso en procura de una resolución.