Como sabe el que quiera saber, jamás los tribunales de justicia han sido justos. Obedecen en su composición e ideología a la oligarquía que ha mandado y sigue mandando en el país. La venda de la estatua de la Diosa de la Justicia solo no ve al pobre y humilde, su balanza se inclina hacia donde pesa más el dinero, y su espada, ya sabemos a quién sablea duro y parejo.