A finales de marzo, diez días después de decretado el aislamiento obligatorio en todo el territorio nacional, Argentina muestra síntomas de agotamiento y creciente malestar en todos los estratos de la sociedad.
Categoría: América Latina y Caribe

La Alerta Sanitaria, al igual que en otros países, se va imponiendo en Brasil pese a que su Presidente sigue considerando el Coronavirus como una “gripecilla”
El ultraderechista presidente brasileño desfiló a lo largo de más de una hora por Brasilia y su conurbano. Sin barbijo, a menos de un metro de sus escoltas, entró en un supermercado, una farmacia y habló con vendedores ambulantes.
Ni morir de virus, ni morir de hambre. Hay otra manera. La gran mayoría de la gente está horrorizada por la crueldad de las opciones que presentan las dos alas de la clase dominante.

El gasto en el sector de salud pública disminuyó en aproximadamente 66 millones de dólares estadounidenses entre 2018 y 2019. Eso implica que el ajuste y la austeridad diezmaron la infraestructura y los insumos, a lo que se suma la disminución del personal médico, lo que en conjunto limita severamente la capacidad de atención en una emergencia. Esta es la grave situación frente a la pandemia del COVID-19.

Detrás de los últimos incendios presentados a mediados de febrero en la Sierra de la Macarena, en Meta, y la deforestación acelerada de la selva amazónica, están los intereses económicos y de propiedad de la tierra. Los labriegos no son escuchados por el gobierno nacional y por tercera vez lo cita a una mesa de concertación.