
“Diez años de tu física partida, en alto tu legado inigualable, eterno, universal, tan inefable, quisiéramos tenerte aquí con vida. Custodiamos tu desafiante esencia, levantamos tu amor como bandera. Pedro del pueblo, atrevida pionera, audaz tu verbo de bella resistencia. A Pedro Lemebel esta poesía, a sus viudas, odiosas mariquitas, que extrañarán por siempre su alegría. A las viudas unidas y bonitas que añoran a su Pedro cada día. Sus viudas amorosas e infinitas”.