En ocasiones anteriores, cuando me tocó hablar de las lecciones aprendidas del proceso de cambio en Bolivia durante el gobierno de Evo Morales del que fui parte, y conociendo también lo que pasó con el proceso ecuatoriano en el gobierno de Rafael Correa, o en el salvadoreño encabezado por los gobiernos del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), indiqué que para la izquierda continental es importante asumir que no se trata únicamente de conquistar por vías electorales el gobierno, cosa importante y necesaria, pero no suficiente para garantizar la transformación revolucionaria de la sociedad.