Atilio A. Boron | 

IMPRESCINDIBLE recordar que un 1º de enero, de 1959, la guerrilla de Sierra Maestra culmina su ofensiva y derrota al ejército de Batista, dando inicio al proceso que más pronto que tarde concluirá con la Segunda y Definitiva Independencia de todos los pueblos de Nuestra América. Los explotadores y opresores huyen en estampida y se refugian en Miami.

Nepomuceno Marín | 

Al cumplirse 4 años de la firma de los Acuerdos de paz entre el gobierno del señor Juan Manuel Santos y un sector de las Farc (el de Timochenko e Ivan Márquez) han surgido diversos análisis sobre dicho acontecimiento y sobre el fenómeno de la violencia y la guerra en Colombia.

Hacia un continuo desamparo: Tiempos de tragedia, egoísmo e indiferencia

En vísperas de su próxima travesía internacional el neozapatismo, fiel a sí mismo y a contracorriente de los tiempos actuales de confinamiento, celebra un año más de sembrar la lucha. Demasiados acontecimientos desde aquella lejana madrugada, oscura y luminosa al mismo tiempo, en ese año en el que debimos entrar al primer mundo de acuerdo con la narrativa oficial.

En 1996, luego de 36 años de guerra interna, las guerrillas de Guatemala aglutinadas en la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG) firmaron lo que se conoce como Acuerdos de Paz con el Estado/Ejército de Guatemala con frondosas promesas de paz y desarrollo para el país.

Memorias y miradas de Rafael Rojas

En esta entrevista, indagamos con Rojas en su trayectoria político intelectual para entender las discusiones más relevantes que
aborda en su extensa obra.

Como solían decir las abuelas, en muestra de su sabiduría: “Las desgracias nunca vienen solas”. Economía y pandemia vinieron tomadas de la mano. Eso pasó en el mundo y mucho más en la Argentina, que venía de cuatro años de pandemia macrista: la economía destruida, con salarios depreciados y trabajo hundido, la esperanza deshecha y la deuda impagable.

En el 2007, según el “Informe Anual de 2010” del Banco Central de Nicaragua (BCN) la Población Económicamente Activa (PEA) era de 2.27 millones de personas, de los cuales sólo 458.9 miles trabajadores estaban afiliados al INSS; por lo tanto, el 79.8 por ciento estaba en la informalidad.

Una mirada crítica desde Córdoba