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La lucha por la despenalización de la sodomía, la emblemática e intrépida entrevista a Ernesto Muñoz y la realidad política de la lucha homosexual rural en los años 90, junto a las primeras organizaciones de las disidencias en los 70 y 80, forman parte del libro “Bandera Hueca. Historia del Movimiento Homosexual en Chile”, definido como un libro “fundamental en la memoria homosexual chilena”.

Que nadie se extrañe: eso que brilla con el lucimiento de lo triunfante, es la cultura vencedora que se inauguró un martes con aviones en el cielo y tanques en la plaza.

En Gaza la barbarie continúa. Todos los días Israel –con cobijo, complicidad y armamento estadounidenses– da nuevas muestras de crueldad.

Ernesto Llaitul -hijo del vocero histórico de la CAM, Héctor Llaitul, que se encuentra condenado a más de un cuarto de siglo de cárcel-, indicó en sus primeras palabras en libertad que el resultado del proceso judicial da cuenta del carácter político del cautiverio sufrido y de incluso la plantación de pruebas en su contra.

Críticas banales y sobre todo muy superficiales han sido el signo de la oposición al gobierno de López Obrador, por ello a nadie debería extrañarle que en las últimas elecciones haya sido arrasada y en el caso del PRD, prácticamente aniquilada. Sin embargo, esto más que mostrar fortaleza, es una señal de la debilidad de la cultura política imperante.

Érase una vez un pueblo lleno de naturaleza y de riquezas culturales. Una tierra habitada por indígenas que fueron asesinados, infectados, violados y esclavizados por una ralea de hombres blancos cuya ambición, egoísmo y sevicia, les imposibilitaba reconocerse como sucios genocidas. Pero el exterminio no fue total, pese a la purga conquistadora, las raíces lograron enredarse y volver a germinar desde la sangre, la injusticia y una impuesta nueva gama pálida de color a nuestro arcoíris mestizo de impactante diversidad.