Categoría: América Latina y Caribe
Este martes 28, Río de Janeiro vivió el operativo de seguridad más letal de su historia, la Operación Contención. Expone el fracaso y la violencia estructural de la política de seguridad en el Estado carioca y coloca a la ciudad en estado de terror. Nota de las organizaciones de la sociedad civil de Brasil.
Una vez más, Matthei deja al descubierto su identidad vinculada al mundo civil que promovió y avaló el golpe militar y el terrorismo de Estado, justificando una política sistemática y generalizada de represión, desapariciones, ejecuciones y torturas contra la población civil.
En aguas cálidas del Caribe y el Pacífico oriental, varios ataques militares estadounidenses contra embarcaciones sospechosas de narcotráfico han reavivado un debate global sobre los límites del poder presidencial, la legalidad internacional y el respeto de los derechos humanos.
El Operativo Contención en las favelas es en realidad la estrategia para contener, para pegarle debajo de la línea de flotación, al Brasil de Lula.
Para el especialista en criminología Marcelo Bergman, las 130 muertes en Penha y Alemão dejan en evidencia que el operativo no fue un plan para resolver el problema de la criminalidad, sino una exhibición de poder frente a bandas delincuenciales. “Más que cubrir vacíos —escribe el autor—, estas bandas se instalan allí donde compiten con el Estado por el control de negocios significativos”. La problemática, que no es un fenómeno exclusivo de Río de Janeiro sino que se extiende por toda América Latina, responde a una demanda específica de las poblaciones: los primeros sondeos indican que el megaoperativo fue ampliamente apoyado, con niveles superiores al 60 por ciento.