Dos imágenes, cual rostros de Jano, nos interpelan más allá de cualquier juicio de valor sobre el curso de nuestra civilización y su huella en la tierra.
Categoría: América Latina y Caribe
«La vida es acerca del tiempo.» -Carl Lewis
El golpe de estado de 2009 en Honduras no sólo quebrantó la institucionalidad y afianzó la oligarquía y los grupos de poder, sino que permitió a los gobiernos continuadores del golpe profundizar el modelo neoliberal extractivista, incentivando el saqueo de territorios y bienes comunes y desregularizando, cada vez más, el mercado laboral.
Para quien tuvo ojos para ver, lo que ocurrió el 7 de noviembre en Nicaragua no fue un proceso electoral, sino una descarada ficción montada por Ortega y Murillo con el propósito de “reelegirse” sin tener que enfrentar a ningún oponente.

La COP26 vuelve a subrayar y reconocer la importante labor de los pueblos indígenas en la protección de los bosques y la biodiversidad. Sin embargo, esto no va a la par con el reconocimiento de sus derechos, la garantía jurídica de sus territorios y la defensa de su integridad ante los crecientes ataques que soportan.
Partimos de la noción del fetichismo de la mercancía, según Karl Heinrich Marx, en los “Manuscritos económico filosóficos de 1844”. De allí, el significado “alienación”.
Con el paso a control estatal de la mayor parte de la tierra, la industria y la declaración del carácter socialista de la revolución comenzó a debatirse en Cuba la forma económica más eficiente para avanzar en la superación del modo capitalista de producción.
Los anteriores y actual gobierno de manera dictatorial antiecológica caraduras hipócritas al prometer contribuir con la reducción del calentamiento global y el cambio climático.

Son las 23 y 30 del domingo electoral argentino. Las pantallas televisivas muestran los festejos en los búnkeres partidarios del liberal-radicalismo de Juntos por el Cambio. Pasan al discurso del éxito que celebra en el Luna Park de la ciudad de Buenos Aires el fenómeno de “rebeldía” bizarra, ultraliberalismo y protofascismo de un tal Javier Milei y, también, posan sus cámaras en el estallido triunfal del Frente de Todos oficialista de Alberto Fernández y Cristina Fernández.