Categoría: América Latina y Caribe
Cualquier formación política cuando gana una elección ya ganó previamente, parafraseando a Álvaro García Linera. Es que –primero- la victoria es cultural, luego política y recién allí se ganan las elecciones.
Los elementos básicos para percibir el contenido de la etapa que asoma en el Perú de nuestros días, ya están prácticamente jugados.
El retorno del Movimiento Al Socialismo (MAS) al mando del Estado –con la mayoría absoluta de 55,10 por ciento de votos en las Elecciones Generales del 18 de octubre de 2020– abrió varios frentes para el análisis serio y para la discusión interesada, que son comunes en el ámbito político, más aún en un tiempo de desesperación por el control de los recursos.
El nuevo presidente del Perú, José Pedro Castillo, quien asumió sus funciones el pasado 28 de julio (2021), es el último gobernante latinoamericano acusado de “comunista” y, desde el primer día, la gran prensa del país, en manos de un puñado de grupos económicos, se ha lanzado contra él.
A dos semanas de las protestas, el gobierno cubano viene realizando operaciones de control de daños que si bien van más allá de la reacción inicial, principalmente represiva, no han abandonado esa vía. En cualquier caso, es difícil superar la prueba de fuego de la actual dirección cubana sin prestar oídos a los reclamos legítimos de la población.
¿Dónde estaban los que unen las palabras «ayuda» y «humanitaria» cuando Estados Unidos prohibió la entrada de un buque proveniente de China con insumos para enfrentar la Covid y ayudar al pueblo cubano?
Se entiende que los efectos devastadores de la pandemia en el sector cultura se recienten en toda la sociedad y en montones de países. Se entiende que hay una paralización de la economía y de sectores fundamentales en el desarrollo de las naciones. Y también se entiende que hay prioridades en la reactivación económica de las nuevas normalidades en cada nación del planeta.
En el marco de la acción mundial contra el fracking, al igual que en otros puntos del país como Neuquén, más de 1.000 personas se movilizaron el pasado viernes en el centro mendocino.
El 7 de julio fue asesinado el presidente de Haití, Jovenel Moïse, luego de ser brutalmente torturado y desmembrado. Tal magnicidio fue realizado por un grupo de mercenarios integrado por 26 colombianos y 2 estadounidenses de origen haitiano residentes en Miami. Esos mercenarios fueron hasta hace poco tiempo miembros activos del Ejército colombiano.