El virus en un ambiente degradado por la explotación extractivista y la comunidad humana castigada por el neoliberalismo donde se puede pensar en el fin de la humanidad pero no concebir el fin del capitalismo.
Categoría: América Latina y Caribe
El epicentro de la pandemia por el coronavirus se traslada crecientemente hacia Nuestramérica, aun cuando sigue preocupando sanitariamente en los focos previos, sea China, Europa y principalmente EEUU.
Muchos de los desafíos con cuño de COVID-19 les resultan comunes a todas las naciones, aunque sus políticos no se den cuenta o maltusianamente les interese un rábano la comunidad global del drama.
Pareciera que, después de todo, necesitamos imaginar. La experiencia de revuelta popular, aún en curso, iniciada el 18 de octubre y todas las facetas de precariedad que ha revelado la pandemia, ameritan imaginar rupturas. No es posible que pueda parecer más deseable el acostumbrarse a normalizar la fragilidad y la emergencia que redefinir los horizontes de lo posible. Se trata de que hoy la amplitud de la catástrofe es tal, que pensar en un mundo más allá del desastre se presenta como la articulación de una autodefensa.

Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos