Un poco después de que se anunciara la detención de Jeanine Áñez y demás golpistas bolivianos (políticos, civiles y militares) se comprobó sin mayor esfuerzo el contubernio entre los detenidos, la Organización de los Estados Americanos (OEA) y el imperio estadounidense, pues si ya desde el momento de su arresto Áñez envió un mensaje a sus dos amos para ser rescatada, ahora las declaraciones de ambos cierran la pinza de complicidad en el Golpe de Estado de 2019 acontecido en Bolivia.
Categoría: América Latina y Caribe

El reciente anuncio de que el Gobierno autorizara a que los ciudadanos cubanos residentes en el exterior inviertan en la economía nacional, en mi opinión es una buena noticia. No es todo lo que se necesita pero es un paso en la dirección correcta.
El juicio contra Áñez se inserta centralmente en la disputa por nuestra región entre las fuerzas neoliberales, antidemocráticas por definición, y las progresistas, democráticas por vocación.
El presidente Andrés Manuel López Obrador, como parte de su formación política de hace muchas décadas, defiende y lucha por su ideario político ¿Eso es un mérito o un demérito? Todo depende de que ideología política y los principios sustentados.

Este 18 de marzo se cumplieron dos años del asesinato del líder indígena bribri Sergio Rojas Ortiz, quien fue ultimado de varios disparos en medio del recrudecimiento de la violencia contra los pueblos Teribe (Brörán) y Bribri, que luchan por la recuperación de sus territorios ancestrales.

En los próximos días se cumple un nuevo aniversario, el número 45, del funesto golpe de Estado de 1976 en Argentina. No vamos a repetir el saldo –rotundo- de los dolores que el mismo produjo: decenas de miles de desaparecidos, muertos, presos y exiliados; la economía devastada, el país endeudado y el miedo que los poderosos pretendieron imponer para demostrar su dominio y señorío sobre nuestras vidas y su futuro.

En la carta afirma Boaventura de Sousa: «La disputa se orientó a decidir a qué candidato apoyar en la segunda vuelta. La controversia cruzó repentinamente las fronteras del país y derivó en un extremismo de insultos y contrainsultos, peticiones de censura y contracensura, que me sorprendió y dejó perplejo».
Cuando en la última década del pasado siglo, simultáneo a la firma de los Acuerdos de Paz (1996), Guatemala optaba, a ojo cerrado, por el sistema neoliberal como su única salida económica para aliviar sus históricos males coloniales y republicanos, jamás imaginó que esta “medicina sería peor que la enfermedad”.

Este texto pertenece a la serie Las Indómitas
¿Por qué los que atacan a Cuba defienden los intereses extranjeros?, ¿por qué esos que manda el aparato que rige el poder en EEUU y el Parlamento de la UE, hacen de brigada colonial-imperialista?