Ni morir de virus, ni morir de hambre. Hay otra manera. La gran mayoría de la gente está horrorizada por la crueldad de las opciones que presentan las dos alas de la clase dominante.
Categoría: América Latina y Caribe
El gasto en el sector de salud pública disminuyó en aproximadamente 66 millones de dólares estadounidenses entre 2018 y 2019. Eso implica que el ajuste y la austeridad diezmaron la infraestructura y los insumos, a lo que se suma la disminución del personal médico, lo que en conjunto limita severamente la capacidad de atención en una emergencia. Esta es la grave situación frente a la pandemia del COVID-19.
Detrás de los últimos incendios presentados a mediados de febrero en la Sierra de la Macarena, en Meta, y la deforestación acelerada de la selva amazónica, están los intereses económicos y de propiedad de la tierra. Los labriegos no son escuchados por el gobierno nacional y por tercera vez lo cita a una mesa de concertación.
Luego de Brasil, Ecuador reporta la tasa de contagio de coronavirus más elevada de América Latina que, tomando en cuenta su densidad y pequeña extensión territorial, lo podría convertir en el país con el mayor número de infectados por cien mil habitantes. Si el coronavirus se agudiza en poblaciones con débiles sistemas de salud –no “sistemas” en realidad–, Guayaquil sería el peor lugar para el origen y propagación de la pandemia en Ecuador.
El Ejecutivo de Piñera afronta la pandemia preocupado únicamente por el orden público, protegiendo a los grandes grupos económicos y mintiendo en televisión.