
Unos 20..000 manifestantes ganaron las calles de Berna, Suiza, el sábado 16 de septiembre para exigir ajustes salariales y de pensiones. Fue una de las protestas sindicales más concurridas de los últimos años en este país.
Unos 20..000 manifestantes ganaron las calles de Berna, Suiza, el sábado 16 de septiembre para exigir ajustes salariales y de pensiones. Fue una de las protestas sindicales más concurridas de los últimos años en este país.
A finales del 2013 muchos vimos las noticias sin entender en profundidad lo que estaba sucediendo en Ucrania, ni las repercusiones que tendría para su población, en los días y años venideros, cuando la televisión mostró al pasar las protestas que se desarrollaban contra el gobierno del presidente Víctor Yanukovich.
Para cualquier persona consumidora de medios de comunicación generalistas occidentales, la contraofensiva de primavera-verano lanzada por la OTAN en Ucrania va relativamente bien. Quizá un poco más lenta de lo deseado, pero bien. Eso nos transmiten, aunque a veces a algunos políticos se le disparan los niveles de euforia o los ardores propagandísticos y anuncia que ya se ha recuperado hasta el 50% del territorio ucraniano anexionado por Rusia e incluso más, pero eso es algo muy difícil de asumir sin más por seres pensantes.
Planeta enorme, aislado y autosuficiente, Rusia es sin embargo un puente natural entre Europa y Asia, y en los últimos siglos sus gobiernos no han rehusado intervenir fuera de sus fronteras, aunque les ha tocado más que nada resistir invasiones de suecos, franceses o alemanes.
La intención del Gobierno con la ley de amnistía es cerrar con candado las investigaciones sobre la violencia de Estado sufrida por los ciudadanos durante los treinta años del conflicto en el norte de Irlanda. Con la amnistía a los autores materiales, se busca la impunidad del Estado británico.
La quema de ejemplares del Corán en Suecia ha generado un profundo malestar y manifestaciones en los países islámicos.
Socialistas y La Izquierda cargan contra una “asociación estratégica”, auspiciada por la líder ultra italiana, Giorgia Meloni, para que la dictadura tunecina haga de policía de fronteras en el Mediterráneo, mientras lo defienden la Comisión Europea y el Gobierno español, presidente de turno del Consejo de la UE.