
El Partido Comunista de Cuba ha forjado una identidad propia a lo largo de su más de medio siglo de activismo político manteniendo los principios ideológicos fundacionales y en esos valores radica el concepto de continuidad. No tiene que parecerse a ninguna otra organización política de similar ideología, no hay que juzgar su proceder y métodos de trabajo sino por sus propias capacidades y preparación, por su experiencia y accionar.