Categoría: América Latina y Caribe
Surgieron nuevas pistas, bastante claras, de que la novela que involucra al ultraderechista presidente brasileño Jair Bolsonaro tendrá muy pronto nuevos capítulos. La duración de todo eso, así como el desenlace, siguen envueltos en un pesado misterio, pero ya quedó claro que la situación del presidente no es exactamente cómoda.
Atravesado por una crisis política e institucional significativa, jaqueado por la pandemia que supera ampliamente la centena de miles de infectados, con la puerta amazónica de Manaos declarada en colapso sanitario y funerario, la lupa de la comunidad internacional lo observa críticamente. No solo por las centenas de decesos diarios en el mes de mayo -superando las 12 mil muertes por el COVID-19 [1]-, sino por las políticas oficiales de extrema desatención social.
Manifestantes, periodistas y defensores de Derechos Humanos denuncian agresiones y detenciones en Guayaquil durante un plantón pacífico en contra del recorte presupuestario en la educación, la falta de medidas y protocolos para el levantamiento e identificación de cadáveres en Guayaquil, la ausencia de un presupuesto suficiente de la salud, los despidos de trabajadores y la priorización del pago a la deuda externa.
El Gobierno viene implementando una política de ajuste desde el año 2017. La reducción del presupuesto de la salud pública ha sido de más de 300 millones de dólares, 34% en tres años. Esta fue la causa del desastroso manejo de la crisis sanitaria y de las miles de muertes sufridas por el pueblo ecuatoriano. No le mientan al país, el ajuste neoliberal no es a causa de la pandemia, es por la presión de las élites que aprovechan el escenario de confinamiento y deterioro económico para imponer las mismas medidas de ajuste que vienen impulsando hace años.