Eduardo Nava Hernández | 

No es una situación inédita que en los fines de sexenio y etapas de transición se agolpen problemas graves que no sólo alteran las relaciones políticas en las elites gobernantes sino afectan a la población del país.

Mientras se morían y se nos mueren los imprescindibles
y sólo quedan los carroñeros,
uno se pregunta:
¿quién tiene el poder para hacernos creer que semejante escoria es lo único que hay?

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No guardaremos silencio ante la brutalidad policial que se repite una y otra vez bajo la supervisión del Ministerio del Interior y Seguridad Pública. La responsabilidad de lo sucedido en la Romería al Cementerio General recae en las autoridades políticas —la Ministra del Interior, Carolina Tohá; el Subsecretario del Interior, Manuel Monsalve; el Presidente Gabriel Boric Font; y toda la cadena de mando de la institución de Carabineros de Chile.

Lamentables sucesos, que ponen a Chile en la cabecera de los países que tratan a los niños como si se tratase de presas de caza, a las cuales se les puede maltratar, torturar, disparar, asesinar.