A menos de dos meses de la asunción de Javier Milei como presidente de Argentina, el 24 de enero se realiza la primera jornada nacional de protesta en ese país sudamericano. Realidad doblemente sorprendente porque esta reacción popular se da a corto plazo, sin respetar la “tregua política” de los 100 días que habitualmente se les concede a los nuevos gobernantes. Adicionalmente, porque cuenta con el apoyo de decenas de convocatorias programadas tanto en Europa como en América Latina, todas ellas portadoras de una contundente solidaridad internacional contra el Gobierno de Milei.