
Primera parte
El decreto de López Obrador del 14 de febrero pasado es un hecho histórico: prohíbe el uso de maíz transgénico para el consumo humano de masa y tortilla y ratifica la voluntad del gobierno mexicano, de seguir en la eliminación paulatina del herbicida glifosato, agroquímico utilizado en gran escala en los cultivos de maíz transgénico, declarado cancerígeno por organizaciones internacionales como la OMS, e importado de otros países. Establece una fecha límite para su eliminación total: 31 de marzo de 2024. Las semillas transgénicas requieren grandes cantidades de glifosato.