
La angustia colectiva nos lleva a aceptar un debate que, por centrarse en la urgencia, omite los problemas estructurales.
La angustia colectiva nos lleva a aceptar un debate que, por centrarse en la urgencia, omite los problemas estructurales.
“Quedó claro que no estábamos preparados para un golpe así; ni desde el gobierno nacional, ni tampoco desde las organizaciones sociales”
Cuatro millones de personas viven hacinadas y sin posibilidad de trabajar en casa. Hasta lavarse las manos es complejo. El plan del Gobierno para brindar asistencia.