¿Cómo se ha enfrentado la Europa contemporánea a su pasado dictatorial? ¿Qué se hizo en Alemania con los lugares del nazismo en el espacio público? ¿Y en Italia con los del fascismo? ¿Se intentó olvidarse de ellos? ¿Se “turistificaron”? ¿Se convirtieron en ‘mecas’ de peregrinación neofascista? ¿Se resignificaron? Y si es así, ¿cómo? ¿En los países de la Europa oriental qué memoria se ha construido del pasado comunista? ¿Hay patrones comunes? ¿Hay experiencias virtuosas a las que mirar?