Cuba iniciará dentro de 4 días la primera etapa de los ensayos clínicos de una vacuna contra la covid-19, informó el 18 de agosto el Registro Público Cubano de Ensayos Clínicos.
Categoría: América Latina y Caribe
Cuatro sombras oscuras se abaten sobre un país solar que nunca pudieron ser disipadas por nuestra conciencia e inconsciencia colectivas.
Brasil, el país de mayor extensión territorial de Suramérica con más de 8,5 millones de km² y una población, para el año 2019, de 210.385.000 de habitantes, sufre el ataque feroz del coronavirus. A pesar de que la pandemia no distingue clases ni etnia, los habitantes de las favelas brasileñas (barrios pobres) son abandonados a su suerte por el gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro. La República Federativa del Brasil es el segundo país del mundo, después de los Estados Unidos, en cuanto a número de contagiados con 3.112.393 y contando, hasta la fecha, con 103.199 muertes.
En un reciente tuit escribí que “Soberana 01” es la vacuna cubana contra la Covid-19 y también contra el arreciado bloqueo que le impone Estados Unidos a la mayor de las Antillas desde hace casi 60 años, violando todas las leyes internacionales.
Aunque falta bastante, las elecciones parlamentarias previstas para el 6 de diciembre, en Venezuela ya están tensionando el ambiente político en el país.
La crisis en MORENA parece no tener fin ni remedio. El partido que llevó a AMLO a la presidencia es hoy un lastre para la 4T. Enfrascado en conflictos internos, el partido no asume ningún papel ideológico, de movilización o de organización popular. Hoy más que nunca está muy lejos de ser “un instrumento del pueblo de México”.
En esta nueva entrega de la serie, el escultor Tony Balseca denuncia: «Lo que aquí ocurrió fue una matanza silenciosa; pusimos los muertos en la pandemia, el COVID-19 se llevó a los más vulnerables por tanto hacinamiento, por tanta insalubridad, pobreza, hambre. La mayoría vive al día, fue el caldo de cultivo para lo que sucedió. Si lees ‘Las cruces sobre el agua’, te das cuenta de que vivimos igual, con la misma ansiedad del trabajo a destajo, seguimos siendo jornaleros, desechables, así se ha tratado a la gente que habita Guayaquil».
Hace casi treinta años nos convocó el hambre, la desocupación, y no el trabajo con las niñeces. Sin embargo la crisis de los 90 se acentuaba y los pibes, que venían a llevarse la vianda con sus familias, no se iban.