Más de siete décadas de neutralidad de Finlandia se tiran por la borda con el señuelo de la «amenaza rusa».
Categoría: Europa
El bloque militar de la OTAN es veneno, no un antídoto para las preocupaciones sobre seguridad y paz en Europa.
El 3 de mayo era el aniversario de la constitución del Frente Popular, el acontecimiento político que marcó el primer hito de la unidad de la izquierda francesa desde la trágica ruptura de jacobinos e indulgentes en los tiempos de la Revolución. La fecha tenía para muchos un valor simbólico añadido para consagrar una operación política que devolviera la confianza a millones de ciudadanos progresistas tras la última gran decepción de la década pasada.
Militante del Partido Comunista Español y de Izquierda Unida, eurodiputado de la coalición española “Unidos Podemos Cambiar Europa”, presidente de la delegación de Estrasburgo para las relaciones con Palestina y de la Asamblea Europarlamentaria para las relaciones con América Latina, Manuel Piñeda es sin duda una figura reconocida en la izquierda española y europea.
Durante este último tiempo ha aumentado la rusofobia, en el mundo, en grado superlativo. En Suecia particularmente, muchos titulares de los periódicos hacen alusiones despectivas contra Rusia y principalmente contra Vladimir Putin.